La Historia de Bodegas Molina
Tradición, Pasión y Familia Desde 1939
Desde sus humildes comienzos en 1939, Bodegas Molina ha crecido hasta convertirse en un nombre respetado en Alicante y en toda España. Fundada por Ramón Molina Guijarro, nuestra bodega ha sido testigo de la evolución de la industria del vino, y a lo largo de tres generaciones, hemos mantenido viva la pasión y el compromiso con la calidad.

Primera Generación
En un contexto de posguerra, en 1939, Ramón Molina Guijarro estableció las bases de Bodegas Molina en Alicante. Con recursos limitados, pero con una determinación inquebrantable, Ramón comenzó repartiendo vino en carros tirados por burros y en bicicletas cargadas con jarras y damajuanas. Su dedicación y esfuerzo pronto le ganaron la confianza y admiración de los locales, y los bares y restaurantes esperaban con ansias su llegada, exclamando: ‘¡Ya llega Molina!‘ Esta frase se convirtió en nuestro lema, un símbolo de compromiso que persiste hasta hoy.
Segunda Generación
Con el paso de los años, Ramón fue acompañado por sus hijos, Ramón y Joaquín Molina, quienes decidieron estudiar enología en la Escuela de Requena y en la Cooperativa de Yecla. Después de completar su formación, regresaron para tomar las riendas del negocio y expandir su alcance, manteniendo siempre la esencia y calidad que caracterizan a Bodegas Molina. La segunda generación no solo fortaleció la presencia de la bodega en Alicante, sino que también consolidó el legado familiar en la industria.
Tercera Generación
Hoy en día, la tercera generación liderada por Gloria y Ramón Molina mantiene viva la esencia de la bodega, con la misma dedicación y pasión que inspiró a sus antecesores. Gloria y Ramón han sabido preservar las costumbres heredadas y, al mismo tiempo, han implementado innovaciones tecnológicas y técnicas modernas, logrando adaptarse a las demandas de un sector en constante cambio. Así, Bodegas Molina continúa siendo un referente en calidad y tradición en Alicante y más allá.